Las señas de identidad de Casa del Libro se mantienen inalteradas desde su fundación en 1923: librería general, por la vocación de universalidad de sus fondos; librería especializada, por la diversidad de sus cientos de miles de referencias bibliográficas; librería tradicional, por el deseo de ofrecer un lugar de encuentro de autores, lectores y libreros; librería moderna, por su atención al desarrollo de las nuevas tecnologías y su temprana asimilación de las más modernas técnicas del comercio librero.